"Diálogo entre dos mundos"

Del 14/11/12
por Jack Fuchs y Silvia Lef

Silvia:  ¿cuando piensan en dos mundos, Jack y vos, en qué piensan?, me dijo un amigo.
  Por mi parte, en la naturaleza y en la cultura: en el cuerpo y en el alma; en la diacronía y en la sincronía, en la geografía y en la historia; en Eros y en Thánatos; en el dar y en el recibir, entre otros items.
 ¿Y tú Jack, en qué piensas?

Jack:  Por mi lado, pienso en la niñez y en la vejez. Siento que no podemos aceptar el paso del tiempo. ¿Por qué las personas se escapan de la gente vieja? Creo que hay una identificación con esa gente y una huída de la misma. Fijate que hay gente que huye de visitar a un enfermo, de ir a un entierro. Hay personas que no toleran ver una gota de sangre. A pesar de que es una mitzvá, ordenada por la ley judía. Muchos no creen en las mitzvot ni siquiera las practican. Hay quienes abandonan a sus propios parientes cuando envejecen, para no enfrentarse a su propio espejo en el futuro. Antes no se aceptaba la niñez. Los niños eran incomprendidos y en todas las casas había un látigo. Nadie los reconocía como existentes. Hoy pasa lo mismo con la vejez. Negar su existencia coloca eso en identidad. Negar la niñez = Negar la vejez. ¿Te acordás del to be or no to be?

Silvia: Sí claro. Skakespeare se nos presenta como un clásico existencialista para develar los misterios del ser humano como esencia en todas las épocas.

Jack: El ser humano es el único que puede reírse de sí mismo. Es complejo y ambivalente.
Creo que nos falta desarrollo mental para aceptar el devenir del tiempo y nuestras propias contradicciones. Sufro mucho y en silencio. No me quejo. "Die minuten gehien ...; die tegen geihen ...; die monaten geihen ...; ober die iorn, loifn"

Silvia: "Los minutos, los días, los meses  se van despacio; pasan,  pero los años, corren, vuelan"
Tal vez los humanos debamos asumir el paso del tiempo y sus marcas como a la vida misma. En contraste. Somos bebés, niños, adolescentes, jóvenes, adultos, mayores. Somos todo eso junto. Aunque en una u otra etapa, pareciera somos más una cosa que la otra. Humanos al fin, con el emblema de la castración por ser hechos del humus. La infinitud, la eternidad parecieran más bien una utopía mesíanica, al igual que la inefabilidad.

Jack: nuestro próximo diálogo, podría girar en torno a otras contradicciones humanas. Es todo tan confuso. Es como si no hubiera lenguaje....