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Lunes a Viernes de 13.00 a 19.00 hs. 1 Piso de la Sociedad Hebraica Argentina - Sarmiento 2233

viernes, 26 de abril de 2013

Misceláneas judías para la pausa del Sábado



16 de Yiar de 5773

Alusivo a Lag Baomer, que se celebra el pxmo. 28 de Abril, transcribimos un fragmento de la "Historia Social y religiosa del Pueblo Judío" 
de  Salo W. Baron


Para ese entonces la judería palestinense estaba lo bastante recuperada como para organizar una nueva gran insurrección dirigida por Simeón Bar Kojba (132-135).
(...) Bar Kojba y sus partidarios palestinenses lucharon solos y durante tres años y medio resistieron a “los mejores generales enviados por Adriano”. Dío Cassio, de quien tomamos la frase, comprendió el peligro que habría entrañado el que esta rebelión se extendiese por todo el mundo del Mediterráneo. Adriano en persona concurrió en seguida a la escena de la batalla, y pasó mas o menos un año y medio  en Guerasa. la dirección material de la campaña la confió a su  famoso general Sexto Julio Severo, quien debió acudir desde Bretaña. Severo tenía a su disposición la Décima Legión y elementos de otras nueve, o sea unos 35.000 hombres en total, con tropas auxiliares que probablemente duplicaban esa cifra. Enfrentados con estas fuerzas poderosísimas, los judíos se consolaron recordando la victoria final de los Macabeos contra un enemigo cuya superioridad también había sido abrumadora. Bar Kojba acostumbraba fijar su pensamiento en el ejemplo de los Macabeos, y acuñó monedas con la leyenda “Simeón, Príncipe (nasí) de Israel”, que traían reminiscencias de Simeón el Hasmoneo. Otras monedas ostentaban lemas propagandísticos tales como el año de “la Redención de Sión” o de “la Libertad de Israel”. Al proclamar así su intención de emular a los guerreros Macabeos y de renovar la gloria del templo, Bar Kojba debió impresionar grandemente a la judería de Palestina y de la Diáspora. Es posible que también contase con obtener, por medio de esta última, algún apoyo exterior, particularmente de Partia. Otras monedas, que ostentaban la leyenda Eleazar ha-Kohen (el Sacerdote) se referían evidentemente al jefe sacerdotal de la revuelta, de la cual R. Akiba era el jefe intelectual y Bar Kojba el militar y político.
(...) Cuando la legislación de Adriano volvió a tocar un nervio vital del judaísmo, R. Akiba y otros (aunque no todos los rabinos) se convirtieron en cabecillas de la rebelión. Consideraban que esta lucha era una miljémet mitsvá (guerra en defensa de un mandamiento), y como tal, constituía el deber sagrado de cada individuo y de toda la nación. Muchos de ellos murieron como mártires.
(...) Por fugaces que hayan sido, las medidas antijudías de Adriano constituyeron para los judíos una advertencia permanente de que en cualquier momento los romanos podrían barrer sus instituciones religiosas sobrevivientes.
(...) El estudio de la Torá se convirtió en la médula misma de la supervivencia. Recordando el viejo adagio de Simeón el Justo: “El mundo descansa sobre tres pilares: la Torá, el culto y la misericordia”, las generaciones que siguieron a la caída de Jerusalén se concentraron en la construcción de los tres pilares institucionales del judaísmo: la academia, la sinagoga y la beneficencia comunitaria.

Fuente: Baron, Salo, "Historia Social y religiosa del Pueblo Judío", Editorial Paidós, Buenos Aires, 1968.

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
     Pienso mucho en las cosas que suceden. En las contradicciones de
las personas. Nadie puede estar solo y a la vez los lazos no son
fáciles porque los humanos tenemos dificultades.

Silvia:
Cuando hablás de los humanos me hacés acordar al Padre del Psicoanálisis,
como dirías vos, al Rab Freud. Despliega las ambivalencias, los
valores contrapuestos, esas luchas entre vida y muerte, amor y odio.

Jack:
    Hay cuestiones que no comprendo: por ejemplo, el lazo de Arendt
con Heidegger. ¿Cómo pudo ser? No lo puedo explicar. ¿Será que los
seres humanos somos perversos?

Silvia:
    Hay elecciones que parecieran ser perversas, atravesadas por la
coexistencia de un doble yo: el yo de atribución y el yo de existencia.
El sujeto acepta la castración y al mismo tiempo la niega doblemente, re-negación. 
A diferencia de la neurosis donde hay negación, acá la "falta se diluye". 
No hay angustia sino doble negación. El "goce perverso" será 
en ese lazo sado-masoquista lo que reedita una búsqueda inhallable de la "muerte del otro".

Jack:
    Arendt conoce del nazismo de Heidegger pero no habla de éso. ¿No
le pregunta a él que sentía con lo de Auschwitz?

Silvia:
Heidegger omite hablar de la Schoá y del sujeto ibrí como si no
existieran. Sin embargo, su maestro en fenomenología y quien orientó
su línea filosófica fue ibrí: Edmund Husserl. De él tomó 
los conceptos de "intencionalidad", "destino", "ser para la muerte".

Jack:
   ¿Cómo explicar éso de las perversiones? Es un horror.

Silvia:
   El sujeto perverso ocupa el lugar de objeto, a fin de conseguir la
división subjetiva en el partenaire y así alcanzar el goce del Otro.
El asunto es el Gran Otro encarnado en el otro como víctima, sometido
sistemática y metódicamente a una escena de maltrato. El objeto del
fantasma perverso será el goce del Otro, vía identificación instrumental con el objeto, 
pasando por la angustia del partenaire. Si hubiera un delito, 
al no padecer culpa el sujeto, pesa la imputabilidad, 
salvo supuesto de excepción del art. 34 del Código Penal.

Jack:
¡Qué relación extraña! La de Arendt con Heidegger, así como 
la de Frankl con Heidegger. Fijate que en el segundo caso, no hubo amorío y
sin embargo, otra vez la situación de quien se salvó por milagro y vió
morir a su padre y a su madre víctimas del nazismo, abrazándose para
una foto en un libro suyo con este filósofo tan controvertido. Acaso,
¿me vas a decir que sin él la filosofía no existiría igual?

Silvia:
¿Lazos incomprensibles para la lógica del consciente? ¿Lazos
donde el Inconsciente manda? ¿Dónde queda el deseo como pivote de la
subjetividad humana? ¿Y, el deseo de quien pudo re-tornar de ese
límite y sobrevivir, desafiando ese destino fatal doblegándolo,
reforzando la apuesta a la Vida?

Jack:
     La verdad es que este tema me hace pensar mucho. No entiendo cómo
ella no le preguntó a él qué le generó la Schoá. El no habla de eso tampoco.

Silvia:
     Tenés que leer un libro intersantísmo del 2008, editado por
Manantiales, acerca de Heidegger que se llama "Cinco voces judías", alusivo al aniversario
octogenario de Heidegger, donde sus discípulos judíos lo homenajean
como filósofo, lo redimen frente a alguna de estas cuestiones que planteás.
Arendt es una de ellos.

Jack:
   Die groisser Welt und die kleiner weltelej: co-existiendo, el gran
mundo y los pequeños munditos. Mientras nosotros hablamos de todo
ésto, el mundo sigue su curso y todo pasa. Todo es igual y nada es igual. Gira y gira........

Silvia:
     ¿Diálogo entre dos mundos: una apuesta del Siglo XXI?
¿Serás un Patriarca de este siglo nombrado como Yacub...?

lunes, 22 de abril de 2013

Seminario




"Etica hebraica y Psicoanálisis: El Nombre del Padre como Ley".

                                        Un enlace sincrónico entre el Psicoanálisis y el Talmud
  
I)Trípode ético hebraico: Código de Noaj, Decálogo y Tariag.
 
II)Humanismo y Codificación de la Torah como legado universal a la humanidad.
 
III) Retorno a Freud desde Lacan  en S.XX, desde Milner, Zizek, Regnault en SXXI
 
IV) Retorno de la Letra freudo-lacaniana hacia el Brit Milá


A cargo de la Dra. Silvia Lef

Los Jueves de Mayo, a las 19.00 hs.

Inicia el Jueves 2 de Mayo

En Biblioteca Popular “Alberto Gerchunoff”
Sarmiento 2233, 1º piso, C.A.B.A.

Informes e inscripción en Biblioteca o cultura@hebraica.org.ar
Actividad gratuita para socios

viernes, 19 de abril de 2013

Misceláneas judías para la pausa del sábado



9 de Yiar de 5773
 
Lucha del ghetto
En 1943 los nazis libraron campañas de exterminio contra toda la población judía de Polonia y particularmente contra las concentraciones mayores, especialmente el ghetto de Varsovia.

Boletín Número 1 del Comité Nacional Judío, fechado el 19 de abril de 1943

Hoy, lunes 19 de abril, los alemanes han iniciado una nueva acción mortífera en el ghetto de Varsovia. A las cuatro de la madrugada se oyeron en las inmediaciones de los muros del ghetto un intenso fuego de fusil y ametralladora así como el estallido de las granadas. Tanques y carros blindados penetraron en el ghetto. La acción está siendo llevada a cabo por la policía militar alemana bajo el mando de los SS. La policía polaca ha sido retirada del ghetto. Ahora se les ha encargado que vigilen los muros del ghetto desde el exterior. El ghetto mismo ha cobrado el aspecto de una fortaleza asediada. En torno a los muros del ghetto han colocado policías militares con todo su atuendo de guerra, muy juntos unos a otros, con los fusiles dirigidos punta en blanco contra los muros; y también policías polacos.
La acción va dirigida contra el llamado ghetto central.
La Organización Combatiente Judía, que comprende a todos los elementos activos de la comunidad judía, está ofreciendo enconada resistencia en muchos edificios. Se están librando violentas batallas entre los combatientes judíos y los alemanes.
A mediodía salió del ghetto cierto número de ambulancias de la Cruz Roja alemana con muertos y heridos pertenecientes a la policía militar alemana y a los SS. La resistencia de los judíos va creciendo continuamente y es mucho más fuerte de lo que era en enero de este año.
En varios edificios estallaron incendios como consecuencia de los disparos de ambos bandos. Sobre el ghetto se levantan columnas de humo.
La meta final de la acción alemana es el exterminio y liquidación total del ghetto de Varsovia, centro principal de la resistencia de la comunidad judía combatiente.
En esta hora, mientras estamos transmitiendo este boletín, la lucha prosigue con furia incontenible.




Mensaje del Movimiento Clandestino Judío al Ministro Polaco del interior, fechado el 28 de abril de 1943

Hoy es el noveno día en que el ghetto devuelve los golpes. Formaciones de SS y de la Wehmacht están poniendo sitio al ghetto. Están siendo empleados la artillería y los lanzallamas, y los aviones descargan bombas de alta potencia e incendiarias sobre los cuarenta mil judíos que todavía quedan en el ghetto. Los alemanes minan y hacen volar manzanas de casas en las que los habitantes ofrecen resistencia. El ghetto está ardiendo, y el humo cubre toda la ciudad de Varsovia. Hombres, mujeres y niños que no son quemados vivos están siendo asesinados en masa. Las bocas de las alcantarillas están bloqueadas por guardias alemanes. Los judíos luchan furiosamente y han dado muerte a un millar de enemigos. Incendian fábricas y almacenes de la industria de guerra alemana. La población polaca se asombra ante el ánimo de la defensa judía. La reacción de los alemanes es de vergüenza y de rabia. La Organización Combatiente Judía lanzó una proclama al pueblo de Varsovia y los Partidos Obreros Polacos rindieron homenaje a los luchadores del ghetto. Ahora sólo puede prestarnos ayuda inmediata y activa el poder de las naciones aliadas. En nombre de los millones de judíos abrasados y asesinados y quemados vivos, en nombre de todos los que combaten y en el de todos los que estamos condenados a morir, lanzamos un llamado al mundo entero: Es imperativo que las poderosas represalias de los aliados se abatan sobre el enemigo sediento de sangre, ahora mismo y no en un futuro distante, de manera que quede bien claro a qué obedecen las represalias. Nuestros aliados más cercanos tienen que comprender al fin el grado de responsabilidad que se deriva de una apatía semejante frente a un crimen sin paralelo cometido por los nazis contra toda una nación, cuyo trágico epílogo se está desarrollando en estos momentos. El heroico levantamiento, sin precedentes en la historia, de los condenados hijos del ghetto debe ya despertar al mundo en acciones que corran parejas con la gravedad del momento.

En nombre del Comité Central del Movimiento Socialista Judío en Polonia: Berezowski (seudónimo del Dr. León Fajner); en nombre del Consejo Nacional Judío: Borowski (seudónimo del Dr. Adolf Berman)

Fuente: Tesoros del judaísmo: Cartas y documentos, 
             Editorial Enciclopedia Judaica Castellana, México, 1959

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
¿Sabés en qué pienso mucho?: en lo que sucede por imprevisión,
En aquello que con avisos, no se evitó. Por ejemplo las guerras
mundiales, las guerras civiles, las inundaciones, el sojuzgamiento, la
dominación, la corrupción. El hombre no cambia. Es siempre el mismo y
le gusta arrasar con todo, avasallar. Es un mundo re-cruel. y, ¿qué
podemos hacer vos y yo?. Dime, please!

Silvia:
     Pensar juntos y elaborar diferencias. Analizar en qué fallamos y
dilucidar cómo hacer para re-orientar la existencia de modo tal que
los daños se eviten, se reduzcan al mínimo o bien se rectifiquen en la
medida de lo posible. Optimizar la vida, mejorar la calidad, ser mejores, más virtuosos.

Jack:
    ¿Cómo hacemos con los prejuicios que nos agobian?
Me gusta contarte chistes, así te reís un poco y hablamos también de
otros temas.
Un no judío le pegaba a un judío en la calle. Se acerca un otro judío a ver
qué le pasa a su correligionario que es pegado. Increpa al pegador y
le dice ¿por qué le pegas? Porque Uds. mataron a Jesucristo. El otro
le dice: pero eso pasó hace milenios. Y éste responde: pero yo recién
me entero!

Silvia:
      Prejuicio intacto. Vigente. Con extrema actualidad!

Jack:
     Lo de los chistes entre los judíos, me parece inédito. Hay 
colección de chistes y se transmiten de generación en generación, casi
como Ley!

Silvia:
     Un chiste que nos hacemos siempre entre analistas es: "(...)
después de Freud no hay chiste". ¿Sabés por qué Jack? Porque 
Freud con los chistes judíos hizo unos volúmenes super importantes de sus Obras
Completas intitulados "El chiste y su relación con lo Inconsciente",
donde intenta develar esta enigmática formación del Inconsciente y
cómo operan en ella las reglas lógicas de la condensación y el
desplazamiento de sentido, desde lo conciente hacia esta nueva escena.

Jack:
    Volviendo al prejuicio antijudío, si se acepta un único modo de
pensar a Dios, el judío pone otra creencia. Otra fe. Por ende, 
es condenado a "matar al Otro".

Silvia:
      Fijate que es pura Letra, pura Ley. Sin imagen ni representación corpórea. 
Creador desde la Palabra. Mesías sólo como tarea.  Además,
con la "prohibición del parricidio" y con la "prohibición del 
incesto" desde el vamos: Noé and company. Un Patriarca pre-judío que anticipa
al judaísmo, sin saberlo concientemente. Carácter sincrónico del 
judaísmo.

Jack:
Te hice un desayuno de Pésaj: "matze Brah". El que comíamos en el
desierto, ¿te acordás de antaño? Cuando salimos de la esclavitud en
Mitzraim/Egipto. ¿Tenés memoria de Eso?

Silvia:
   Tal vez los judíos nos aferramos a la Torah porque en ella está la
promesa de un futuro éticamente realizativo. Por delante: el Exodo como tarea de
Redención y de Tikvá/esperanza!
Gracias por ésta rememoración tan simbólica y emblemática. Me 
recuerda lo que debo aún atravesar...no sin dificultad...

Jack:
      De chico, me decían en casa Yankl, los amigos en diminutivo
Yankele. Me nombraban Yacub, en E.E.U.U. Luego, me decían Jack. Cuando
ingresé a la Argentina me dijeron Jacob.

Silvia:
        Sabía que eras un Patriarca en el Siglo XXI que lleva el
nombre de Israel.

Jack:
       ¿Para hacer contigo el Diálogo entre dos mundos..."

Silvia:
         (...)

martes, 16 de abril de 2013

Poderoso e imperdible documental



 “Un Pogrom en Buenos Aires”
de Herman Szwarcbart (Argentina, 2007)

En 1919, durante la Semana Trágica , en el barrio de Once, se produjo un pogrom en Buenos Aires. El poderoso documental de Szwarcbart parte de las preguntas que el propio director, cuyo abuelo llegó a Buenos Aires a principios del siglo XX, se hace sobre el suceso y sus implicancias. Y sobre las causas y consecuencias de su escasa difusión, sobre los datos falseados acerca de la cantidad de muertos, y sobre las disputas internas judías ... Una película-investigación que se sigue como un fascinante relato de dolorosos, polémicos e injustos misterios.



Guión y Dirección: Herman Szwarcbart
Producción: Gabriel Kameniecki y Herman Szwarcbart
Con: Zelko Szwarcbart, Eduardo Vigovsky, Gabriel Feldman, Leonardo Senkman, Eliahu Toker, Mario Ber, Eduardo Wigutow y Sammy Lerner


Proyección: Miércoles 24 de Abril, a las 20.00 hs.

Sarmiento 2233 - Café Literario

Entrada libre

viernes, 12 de abril de 2013

Misceláneas judías para la pausa del Sábado

2 de Yiar de 5773
6 de Yiar - 65º Aniversario de la Independencia del Estado de Israel



La formación del Estado Judío en Palestina (fragmento)
Por Arie Tartakower
En Davar nº 18, número extraordinario de 1948, año de la Creación del Estado de Israel

El proceso de cristalización de un estado judío en Palestina es único en la historia social del mundo. Cuando Teodoro Herzl, hace más de cincuenta años, proclamó por primera vez la idea de un estado judío, poco o nada parecía justificar concretamente semejantes pretensiones. Unos miles de judíos en Palestina, casi todos ancianos, entre cientos de miles de árabes medio muertos de hambre, en una país abandonado por una administración corrompida: tal la realidad de entonces en Palestina. En cuanto a la Diáspora, en la Rusia zarista había millones de judíos que vivían en condiciones políticas y económicas difíciles, y varios cientos de miles en otros países, en general indiferentes al problema de la supervivencia judía. Así, pues, comenzó la colonización de Palestina: con individuos de diversos países y que hablaban idiomas diferentes, que no estaban preparados para la agricultura ni para cualquier otros trabajo físico en general, sin experiencia y sin medios, entre una población, primero indiferente y después hostil, bajo una administración política que también fue primero indiferente y después hostil. A la luz de semejantes condiciones, la obra judía en Palestina en los cincuenta años que mediaron entre Basilea y Lake Success resulta poco menos que milagrosa.
La consecuencia más notable de este proceso es el surgimiento de un método judío para encarar los negocios de estado. No es correcto presumir que los problemas sobre un estado judío hayan surgido sólo en los últimos años, después que la Comisión Peel sugiriera por primera vez la partición de Palestina. Aparte de la concepción política de Herzl, es evidente que los trabajos judíos de colonización tuvieron que hacer frente, desde el principio, a tareas que, en condiciones normales, se consideran de carácter gubernamental.
El dominio turco en el país echaba el fardo sobre los habitantes, o se abstenía simplemente de realizar los esfuerzos para satisfacer necesidades de las cuales normalmente se ocupa el gobierno. Las disposiciones del mandato de Palestina, en 1920, que otorgaron a la Agencia Judía para Palestina un status jurídico semioficial, imponiendo al mismo tiempo al gobierno mandatario el deber de cooperar para el establecimiento del hogar nacional judío, significaron, entre otras cosas, el desenvolvimiento del autogobierno judío en Palestina, tendiente a lograr una autonomía soberana. Además, la tensión creciente entre el gobierno mandatario y la población judía fue obligando a los judíos a hacerse cargo de sus necesidades sin la cooperación del gobierno, y aun contra su voluntad. Finalmente tenemos el período conocido de trabajos preparatorios concretos para el establecimiento del estado judío.
En los siglos anteriores no hallamos nada similar a esta situación. Ha habido casos de estados establecidos como resultado de la ocupación de un país; pero en estos casos, al cabo de algunas generaciones las fuerzas ocupantes se asimilaban a la población local, para convertirse en una nación. También ha habido naciones privadas durante cierto tiempo de su autonomía estatal, que trataban de recuperar; pero todas estas eran naciones que habitaban su propio suelo y que seguían llevando su vida habitual. Hasta se registraron casos de estados que surgieron a la vida como consecuencia de colonizaciones en un país total o parcialmente deshabitado; pero aquí la obra de colonización era hecha por gentes habituadas al trabajo rudo, que hablaban el mismo idioma y que estaban protegidas por su país de origen. Ninguna, absolutamente ninguna de estas condiciones se aplica al caso judío. Aquí el estado acaeció como consecuencia del esfuerzo tremendo de un pueblo privado durante miles de años de vida propia y que iba a un país donde está obligado a luchar, no solo contra la naturaleza, sino también contra una población hostil, y donde sólo puede confiar en el apoyo de su propia voluntad y de sus aptitudes organizadoras. Era necesario construir una sociedad judía antes de que pudiera concebirse siquiera la idea de un estado judío; y solo cuando esa sociedad se hizo realidad el estado judío pudo encararse en términos positivos, es decir, en forma “realista”.
Son pocas las observaciones sociológicas que pueden hacerse en relación con los problemas fundamentales del nuevo estado judío. En este caso no tiene significación alguna la larga discusión que han sostenido sociólogos y teóricos políticos sobre si el estado es un orden legal o un hecho sociológico. No hay orden legal que pueda considerarse el orden existente del estado judío, ni hay un orden que él pueda apropiarse para sí. Falta decidir aún la constitución y las leyes del estado de Israel. Poco o nada podrá tomarse del orden legal existente: ni las antiguas leyes turcas, que, cosa curiosa, conservan su validez en Palestina, a pesar de haber sido derogadas o abandonadas en su país de origen, ni las leyes adicionales palestinenses, basadas sobre todo en ejemplos británicos, que aún falta examinar a la luz de la tradición legal judaica antes de que pueda llegarse a una decisión con respecto al lugar que les toca en el estado judío. La afamada definición de Kelsen, según la cual el estado es la comunidad creada por un orden legal nacional, difícilmente puede ser aceptada por los judíos palestinenses, y del mismo modo éstos se encogerían de hombros frente a las dudas de Kelsen de si puede encontrarse un elemento que constituya la unidad del estado como unidad sociológica fuera del orden legal existente. Lo que importa en Palestina no es el estado como ley, sino el estado como vida.
                                                                 *********

Arie Tartakower, nació en Polonia en 1897. Historiador y sociólogo, fue catedrático en el Instituto de Ciencias Judaicas de Varsovia hasta 1939. En 1945 se incorporó al Departamento de Sociología de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Escribió este artículo (que se encuentra completo en Davar nº 18) en los días de la creación del Estado de Israel.

jueves, 11 de abril de 2013

Diálogo entre dos mundos

Por Jack Fuchs y Silvia Lef


Jack:
     Hola Silvia. Te cuento que me desvela pensar en el mundo actual,
en las guerras sin treguas, en la indiferencia de las personas y de
los grupos para evitarlas, sancionarlas, condenarlas. No puedo creer
lo que leo pasa en el mundo entero. Es un problema universal. No
judío.
 
 Silvia:
¿Acaso el problema universal no es también cuestión judía? Y, el
judío, el nombre judío, ¿no es también un universal 
difícil?
 
 Jack:
    Fijate la diferencia entre Israel y el Galut/la Diáspora. En Iad
Vashem se instituye el recordatorio de la Schoá aún antes de que en
New York. Si hacés una encuesta acá, muy pocos saben qué simboliza
Tischá Beav. Es como si nadie, ningún pueblo quisiera hablar de sus
derrotas. Al modo de que no existieron.
 
 Silvia:
     Sin embargo, pareciera que con la destrucción del Templo nace la
Galut, el Éxodo, el peregrinaje errante con la Torah a cuestas por
todos los espacios y tiempos. ¿No crees que hay una lógica
sincrónico-estructural y una ética ambulatoria más que una 
diacronía en el Iahadut/Judaísmo? Además, el Brit Milá ¿no va sellado en la 
piel del varón judío casi como un templo nómade? ¿No le recuerda la falta 
y la falibilidad, vez a vez como Ley? 
 
Jack:
   Y sí, algo de todo éso pareciera haber. Siempre me acuerdo del
moreh de historia que nos hablaba y como premio: un sipur, una
parábola. Por ejemplo, Shimshon Haguiber. ¿Sabés de quien te hablo? 
 
Silvia:
¿De Shimshón/Sansón haguibor/el fuerte, el vencedor de los
filisteos? ¿Quien tenía la fuerza y el vigor en sus cabellos, los que
no cortaba para ser nazir/abstemio? Cfr. Jueces 13:57.

Jack:
     El que fue traicionado por Dalila.
 
 Silvia:
    ¿El que fue cegado por los plishtim y murió con muchos de sus
enemigos en el templo filisteo que él mismo derrumbó al sacudir sus
brazos, haciendo tambalear las columnas sostenedoras del techo?

Jack:
hay una famosa ópera, escrita por un autor no judío que rememora
la leyenda: "Sansón y Dalila". 
 
Silvia:
     ¿Saint Saëns? ¿1877? 
 
Jack:
La misma. Super famosa. ¿Recordar, olvidar? ¿Qué hacer? 
¿Qué es mejor?¿Olvidar el ayer? ¿Abordar el hoy? 
 
Silvia:
     Sin duda, recordar. Además, hablar de los temas. Ponerle voz a
las cuestiones. Olvidar llevaría a repetir. El mutismo produce un
sufrimiento que siempre es bueno romper con diálogos. 
 
Jack:
    Como los que tuve con el Padre Moreno en la Catedral. Era un gran
hombre. Falleció hace dos años. Estuvo hace nueve en mi
cumpleaños de los 80 y se llevó los útiles escolares como 
donación. Pedí que no me regalaran ni chalecos, ni billeteras, sólo útiles.
Siempre me presentaba como a un alguien que increíblemente se había
salvado, casi por milagro. Intercambiábamos criterios. Así como lo
hacemos contigo. 
 
Silvia:
¿Diálogos éticos?¿Ética dialógica?¿Ética analítico-hebraica?
¿Diálogos entre dos mundos? 
 
Jack:
 Cuidate mucho que te necesito. Hablar contigo es
increíble y tiene el valor doble: de cumplimiento de una mitzvah/ley
judía, reforzada porque no te das cuenta que estás cumpliendo un
mandamiento. Eso duplica éticamente el valor de la acción. 
 
Silvia:
     ¿un Patriarca, nombrado como Yacub en pleno
Siglo XXI...?

martes, 9 de abril de 2013

Diálogo entre dos mundos

Por Silvia Lef y Jack Fuchs

Jack:
   Pienso en el mundo en el que nos toca vivir, en los silencios, en
las omisiones, en el por qué durante la Segunda Guerra la prensa no
dijo lo que sucedía en los campos de concentración. Sabés que no lo
puedo entender. Me parece tan extraño. ¿Por qué será?

Silvia:
      ¿Silencio como complicidad?
Acaso, ¿difundir lo que realmente sucedía no implicaba hacer cesar las
agresiones, interrumpir las matanzas, desarticular la maquinaria del
horror? Cuando ingresa la Palabra, algo cambia. ¿No?

Jack:
Creo que es así. Una lógica rara, pero explicaría la locura de
hacer como si nada pasara y seguir adelante con ese plan siniestro. Te
cuento que murió ayer un Rab que fue quien primero se abrazó a los
sobrevivientes cuando culminó la guerra, con 95 años. Rabbi Heschel
Schachter, llevó la Palabra de la Libertad, en el 45, a la hora de la
liberación de los campos.

Silvia:
¿Era el capellán del ejército norteamericano? Leí en el New York
Times que les dijo a los presos asustados: "(...) la Paz sea con
vosotros. Sois libres, judíos..."

Jack:
   El mismo y te cuento que hace unos años nos reencontramos todos en
New York y él se abrazó con el primero al que se dirigió aquélla vez.
Fue una reunión sorprendente porque ninguno de ellos sabía que estaría
allí el otro. Muy conmovido estoy. Esa vuelta me resistía a viajar.
Fue mi esposa Ivonne quien me impulsó a ir. Además, mis amigos
insistían en que debía ir. Me hizo muy bien. Pensaba que los
sobrevivientes se casaron muchos entre sí como para sobrellevar la
cuestión. Y algunos rearmaron la familia después de quedar viudos y
con la familia anterior muerta. Muchos omitieron hablar de éso. No lo
contaron, no lo dijeron. A veces, el secreto salía a la luz. A veces,
no.

Silvia:
     Tal vez les haya costado mucho hablar de esos temas y reconocer
esas traumáticas vivencias. Una fuerte apuesta a la Vida, al Amor, al
futuro los llevó adelante y rearmaron los lazos, la familia, los
amigos.


Jack:
       Ahora, la gente que rehizo sus lazos sin esperar los siete años
que marca la religión, ¿está en falta? ¿podía hacerlo? 
¿Qué diría tu Rab? ¿Qué diría mi Rab?

Silvia:
¿Hay acaso un solo Rab? ¿No indica ya el significante "rab"
pluranimidad, pluralidad de ópticas, multiplicidad de exégesis,
diversidad en la interpretación de una y la misma Ley? ¿Acaso no es
Otra para cada otro? ¿Y si no, por qué 63 (sesenta y tres) Tratados
Talmúdicos con tanta hermenéutica. De haber sólo una, sería revelada.

Jack:
     Fijate los avances de la tecnología y las dificultades que me
generan. Hay una bella frase en inglés que reza: "A viejo perro,
trucos nuevos". Todo sigue igual y nada es igual. ¿Cambiamos
esencialmente o somos así como fuimos siempre? Guerras, imprevisión,
descuidos, racismo. Me cuesta pensar en un mundo diferente porque no
le veo la lógica. Y soy demasiado consciente.

 Silvia:
      Tal vez nunca sea demasiado para las cosas buenas. ¿Acaso te
resistís al diálogo entre dos mundos?

Jack:
      Insiste mi letra...

viernes, 5 de abril de 2013

Misceláneas judías para la pausa del Sábado



25 de Nisan de 5773
27 de Nisan de 5773 - Día de recordación del Holocausto y el Heroísmo

La escritura o la vida (fragmento)
de Jorge  Semprún

Una voz, de repente, detrás de nosotros.
¿Una voz? Queja humana, más bien. Gemido inarticulado de animal herido. Melopea fúnebre que hiela la sangre en las venas.
Nos quedamos paralizados en el umbral del barracón, justo en el momento de volver a salir al aire libre. Inmóviles, Albert y yo, petrificados, en la linde de la penumbra pestilente del interior y del sol de abril, en el exterior. Un cielo azul, apenas aborregado, frente a nosotros. la masa predominantemente verde del bosque, alrededor, más allá de los barracones y de las carpas del Campo pequeño. Los montes de Turingia a lo lejos. El paisaje eterno, en suma, que debieron de contemplar Goethe y Eckermann durante sus paseos por el Ettersberg.
Se trataba, no obstante, de una voz humana. Un canturreo gutural, irreal.
Permanecemos inmóviles, Albert y yo, pasmados.
Albert era un judío húngaro, inasequible al desaliento y achaparrado, siempre de humor jovial. Positivo, al menos. Yo le acompañaba, aquel día, para dar una última ronda de inspección. Desde hacía dos días íbamos reagrupando a los judíos supervivientes de Auschwitz, de los campos de Polonia. A los niños y a los adolescentes, en particular, los reuníamos en un edificio del barrio de los S.S.
Albert era el responsable de esta operación de salvamento.
Dimos media vuelta y regresamos hacia la penumbra innombrable con la sangre helada en las venas. ¿De dónde salía esa voz inhumana? No había supervivientes, lo acabábamos de comprobar. Acabábamos de recorrer de arriba abajo el pasillo central del barracón. Los rostros estaban vueltos hacia nosotros, que caminábamos por ese pasillo. Los cuerpos descarnados, cubiertos de harapos, yacían estirados en los tres niveles superpuestos de los camastros. Estaban imbricados unos dentro de otros, a veces petrificados en una inmovilidad aterradora. Con las miradas vueltas hacia nosotros, hacia el pasillo central, a menudo a costa de una violenta torsión del cuello. Decenas de ojos desorbitados nos habían mirado pasar.
Nos habían mirado sin vernos.
No quedaban supervivientes en aquel barracón del Campo Pequeño. Con los ojos abiertos de par en par, desmesuradamente abiertos al horror del mundo, las miradas dilatadas, impenetrables, acusadoras, eran ojos apagados, miradas muertas.
Habíamos hecho el recorrido, Albert y yo, con un nudo en la garganta, caminando lo más ligeramente posible en el silencio pegajoso. La muerte se pavoneaba, desplegando los glaciales fuegos artificiales de todos esos ojos abiertos al envés del mundo, al paisaje infernal.
A veces, Albert se inclinaba – a mí me había faltado valor – hacia los cuerpos amontonados, entre mezclados encima de tablones de los camastros. Los cuerpos estaban rígidos, como tocones. Albert apartaba esa leña muerta con mano firme. Inspeccionaba los intersticios, las cavidades que se habían formado entre los cadáveres, con la esperanza de encontrar a alguien todavía vivo.
Pero no parecía que hubiera supervivientes aquel famoso día, el 14 de abril de 1945. Todos los deportados aún válidos debían de haber salido huyendo del barracón en cuanto les llegó la noticia de la liberación del campo.
(...) Estábamos a 14 de abril de 1945.
Por la mañana se me había ocurrido que era una fecha destacada de mi infancia: la República se proclamó ese día en España, en 1931. la multitud de los arrabales fluía hacia el centro de Madrid, coronada por un mar ondulante de banderas. “¡Hemos cambiado de régimen sin romper ni un cristal!”, proclamaban radiantes, y algo sorprendidos también, los jefes de los partidos republicanos. La Historia se encargó de poner las cosas en su sitio, cinco años después, con una prolongada y sangrienta guerra civil.
Pero el 14 de abril de 1945 no había supervivientes en aquel barracón  del Campo Pequeño de Buchenwald.
No había más que ojos muertos, abiertos de par en par al horror del mundo. Los cadáveres, contorsionados como personajes del Greco, parecían haber reunido sus últimas fuerzas para reptar hasta los tablones de los camastros más próximos al pasillo central del barracón, por donde podría haber surgido un último socorro. las miradas muertas, heladas por la angustia de la espera, habían acechado sin duda hasta el fin alguna llegada súbita y salvadora. La desesperación que se leía en aquellos ojos estaba a la altura de esa espera, de esa violencia última de la esperanza.
Comprendí de repente el asombro desconfiado, horrorizado, de los tres oficiales aliados de la antevíspera. Si mi mirada, en efecto, reflejaba aunque fuera tan sólo una centésima parte del horror perceptible en los ojos de los muertos que habíamos contemplado Albert y yo, era comprensible que los tres oficiales que vestían el uniforme británico hubieran quedado horrorizados.

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Jorge Semprún nació en 1923 en Madrid, donde vivió hasta la guerra civil española, cuando, junto a su familia, tuvo que exiliarse. Durante la segunda guerra mundial luchó en la resistencia, fue apresado por los nazis y enviado, en 1943, al campo de Buchenwald. 
En abril de 1945 fue liberado del campo de concentración a sus veintidós años. En ese mismo año empezó a elaborar literariamente la monstruosa paradoja de haber vivido la muerte. La escritura o la vida es no sólo la memoria de la muerte, sino la de todas aquellas vivencias pasadas y presentes que al revelarse, al abrirse sin restricciones a la conciencia del autor, emergen cargadas de la emoción del reencuentro consigo mismo y enriquecidas por la reflexión.
Semprún ha publicado novelas y memorias y fue, además, ministro de Cultura entre 1988 y 1991.

jueves, 4 de abril de 2013