"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
     Pienso tanto. ¿Sabés en qué? En cómo la tecnología superó la ideología.
Las utopías ya no corren. ¿Justicia social, equidad, igualdad de oportunidades? 

Se cayeron esas ideas. Había gente que creía que desaparecerían las fronteras con la globalización. 

Pero éso fue. Y, sin embargo, ahora casi no ves gente descalza. Cuando antes hacer un
zapato llevaba casi un día entero de trabajo. Lo veo como un progreso
en el desarrollo a esto último. Pero, el hombre no cambia.

Silvia:
      ¿Cómo es el hombre?

Jack:
       Es siempre igual y nunca es igual. Hace, a veces el bien, a veces, el mal. 

Por un lado, vacunas, mejoras de ciencia aplicada a la técnica. Por otro lado, guerras, matanzas. 

Lo malo no lo evitan, lo dejan suceder y luego, la solidaridad con los caídos, con los
inundados, con las viudas, con los huérfanos. Ahora, ¿por qué no
evitar lo que hace daño? ¿Perversión? ¿Desviaciones de la especie?

Silvia:
¿Devenis filósofo en el Siglo XXI? Vigente. Actualizado. Crítico.
Autocrítico. Dilemático. Talmúdico. Bien hebraico. Con un 
espíritu analítico y bien aguzado.

Jack:
      Quiero contarte un sipur/cuento con chiste.
Un Rab, escucha a uno que le habla de su matrimonio y de su esposa y
le cuenta por qué se quiere divorciar. Y le dice: "Tenés razón".
Luego, escucha a la esposa hablarle del matrimonio y de su esposo,
quien le dice por qué se quiere divorciar de él. Le dice: "tenés razón". 

Luego, a puertas cerrada, habla con la Rabanit/su propia esposa, que le dice: 

"A uno le das la razón y al otro le das la razón". Entonces, le dice: "Vos también tenés razón".

Silvia:
       Cada cual tiene su verdad en lo qué plantea. El Rab puede
escuchar la diferencia de cada cual, como lo haría un buen analista.
Rescatar lo cierto de cada subjetividad y valorarlo como producción propia.

Jack:
     Pienso siempre por qué los judíos no tenemos un Papa. Tenemos muchos Papas. 

Cada cual con su exégesis. Una letra a la izquierda, una a la derecha. 

Lo que se dice en la primera línea, lo que se dice al final. 

Lo que está en el medio. ¿Dónde hay verdad?

Silvia:
      Fijate que cada Rab, en honor al Nombre que reúne la
multiplicidad significante,  refuerza con su interpretación algo, un
algo que evidencia un criterio, una lectura, un corte en la letra, un
algo de la ley en danza.

Jack:
       Me hacés acordar a Kohelet.  Allí se depone la vanidad y,  en
vez de éso, aparece una parte del Todo.

Silvia:
      ¿Inefable? ¿Inasible? ¿Impensable? ¿Insondable?
Vos siempre hablas de la co-existencia de opuestos. Líneas paralelas
que nunca se cruzan. Sos muy salomónico!

Jack:
     ¿Freudiano y salomónico?
Me detengo en las contradicciones o en lo que la gente no puede
evitar: por ejemplo, Baremboim si no toca Wagner, no es feliz. Es como
si le faltara algo a él. Y yo (me) digo: Acaso, ¿no hay música sin
Wagner? Cuanto más lo critican, más insistente es. Hay un espíritu humano
de transgresión que opone, contradice, contraría,......

Silvia:
      ¿Insiste? ¿Resiste?

Jack:
¿Por qué habiendo tantos pensadores brillantes y/o científicos
geniales citar a Arendt, leer a Heidegger? ¿Tan relevantes son? ¿No es
pensable sin ellos dos el pensamiento occidental? ¿O son moda? Y, si así fuera, todo vale!
    Es como si en un casamiento kasher, junto a todo lo permitido
pusieras calamares. ¿No existe un algo permitido, libre de
transgresión para poner? ¿Justo eso? ¿Qué necesidad hay de 
siempre colocar lo que no se debe?

Silvia:
    ¿Diálogo entre dos mundos? ¿Coexistencia de opuestos?
¿Esencia y existencia sin antinomia? 

Jacub: ¿no serás un Patriarca en la búsqueda de un welt mit kleiner weltelej en Siglo XXI?