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martes, 12 de noviembre de 2013

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef
Jack:
     Pienso mucho en los cambios socio-culturales. Hoy la gente no se casa más. Las mujeres aceptan el dominio del varón y conviven sin unirse legalmente. Dime, ¿por qué?
Silvia:
       Hay más libertad en esta generación que en anteriores. Hay otras uniones, más libres que en otras sociedades. Aparte, la mujer es sujeto de voluntad como el varón. Son co-equipers, en el mejor de los casos. No hay subordinación, dominio, machismo instituído, salvo excepción.
Jack:
      Mujeres que deponen la maternidad porque el hombre ya tuvo hijos de una unión anterior y no quiere volver a tener(los) en esta nueva unión. Mujeres que deponen el matrimonio porque los varones no quieren volver a casarse. Dime, ¿por qué?
Silvia:
     Creo que en los casos más felices, hay paridad. Varón y mujer se unen eligiéndo(se), sin presiones sociales, sin otra obligación más que la que les prescribe su propio deseo, el de cada cual. Unico imperativo categórico: amarse, porque quieren hacerlo, compartir derechos y obligaciones, porque les sale elegir(lo). Recordá lo que dice el artículo 1137 del Código Civil argentino: "Lo que las partes pactan entre sí vale para ellas como la Ley misma".

Jack:
     Si uno es soltero y el otro también, ¿por qué no se casan?
Lo económico son excusas. Creo que el varón no quiere comprometer(se) y la mujer sí. Creo también que ella es víctima de él porque se le pasa el ciclo biológico y luego ya es tarde. El es egoísta y ella altruista. Dime, ¿por qué?
Silvia:
      Creo en la libertad. Nadie obliga a otro a permanecer a su lado. Si alguien elige convivir con otro es porque en ese lazo halla lo que necesita y si hay sojuzgamiento, dominio, sado-masoquismo será una patología compartida por ambos. Nadie es víctima de otro, salvo en el caso de delitos, claro. Si no, lo deja y se va. Revisa su elección y hace una nueva, reparatoria de aquella. Vos siempre elegís y el otro también siempre elige. A veces bien, a veces, mal. Pero nadie está obligado a ofrendar(se). Si te quedás es porque querés. Respecto del momento actual, hay uniones de hecho, parejas de hecho que no tienen el menor complejo por no haber(se) casado. Algunos huyen del matrimonio civil, otros lo vuelven a elegir, a pesar de haber fracasado alguna vez. No hay fórmulas. Hay flexibilidad. Hay muchas variables: caso por caso. Hay gente feliz y hay gente infeliz. El matrimonio per se tampoco es ninguna garantía. Hay gente que ha padecido mucho al disolver un vínculo y no quiere repetir esa experiencia, por lo cual busca un lazo libre y que lo plenifique. Tal vez en algun momento lo formalice con algun tipo de unión, tal vez no.
Jack:
     Estoy desorientado. Hay gente que tiene un buen pasar. Son libres los dos. Podrían casarse y no lo hacen. Otros casos, se enamoran de imposibles. Uniones que no podrán efectivizarse. ¡Qué raros los humanos! Dime, ¿por qué?
Silvia:
     Hay gente que halla el amor donde menos lo esperaba. Pensá que las sociedades evolucionan y la gente se va desprejuiciando lentamente. Hoy día hay uniones civiles entre iguales que en otra época no existían. De ese modo, las personas que se eligen pueden tener derechos como las otras y realizar su vida social sin complejos ni discriminación, ni segregación. Pueden casarse, cambiar el sexo, modificar la identidad, adoptar hijos. No lo harían si no les fuera posible con leyes que se los permitan. Además la legislación protectora de las diferencias está amparada. De la Rúa, cuando era senador nacional en el 87, propuso una Ley maravillosa que es la 23592, antidiscriminatoria. Salvaguarda al otro para que no sea perseguido, burlado, maltratado ni por sexo, ni por religión, ni por ideología, raza, identificación diferente. Con esa ley se han defendido y se defienden los otros y sus diferencias.
Jack:
    Hay uniones que no entiendo. La verdad es que vengo de una generación donde los roles estaban determinados socialmente de un modo. La gente se casaba for ever/para toda la vida y no había otra cosa. Hoy se casan y se descasan. El divorcio generó otros problemas.
Silvia:
     El divorcio vincular permitió disolver el lazo conyugal cuando no funcionaba la institución matrimonial. Gracias a esa ley,  mucha gente pudo rehacer su vida y reapostar a una otra y nueva elección. Tal vez venís de una generación donde no existía la indisolubilidad del matrimonio que es una solución cuando no hay entendimiento y/o felicidad. ¿Seguirías unido a alguien que no te hiciera feliz? ¿No sufrirías si la legislación no te diera solución legal?
 
Jack:
       Dime ¿por qué la gente ya no se casa como antes. ¿Qué ha sucedido? ¿Ya no se quieren? ¿Ya no se aguantan? ¿Ya la familia desapareció?
Silvia:
      Hay bastantes casamientos. Además hay otro tipo de uniones. Cada caso es un mundo y cada mundo tiene sus leyes. Hay gente que se quiere, más y/o menos. Hay gente que se desquiere. Hay gente que se lleva bien, hay gente que se lleva mal. Hay gente que goza y hay gente que sufre, aguanta y que no es feliz. Hay familias diversas. Hay cambios sociales, culturales. La mujer y el varón trabajan lo dos, cambian pañales los dos, van al super los dos. En algunos casos, hay más paridad; en otros, más disparidad. No hay fórmulas generales, cada cual deberá hallar la suya propia. Hoy hay familias nuevas, ensambladas, diversas.
Jack:
     ¿Por qué la gente ya no se casa? Dime, ¿por qué?
Mientras pensás el por qué, te voy a dar para nuestros lectores dialógicos un poema acerca de la Noche de los Cristales, el 13/11/13 lo repartiré en el acto recordatorio a las 19 hs en la Catedral.  Es un Himno que nos representa a los sobrevivientes de la Schoá.

ES BRENT (ARDE!)
de Mordechai Gebirtig

Arde, hermanos, arde,
Nuestro pobre pueblito está ardiendo.
Malignos vientos con cólera
arrancan, destrozan y expanden
más aún las llamas salvajes.
Todo alrededor ya arde.
Y ustedes parados, mirando
con las manos cruzadas,
y ustedes parados mirando.
Nuestro pueblito está ardiendo.

Arde, hermanos, arde,
nuestro pobre pueblito está ardiendo.
Las lenguas de fuego
Ya lo tragaron todo.
Y ustedes parados...

Arde, hermanos, arde,
Puede, Dios libre, llegar el momento
en que nuestra ciudad junto con todos nosotros
sea convertida en cenizas
y queden como después de una batalla
sólo vacías y negras paredes.

Y ustedes parados...

Arde, hermanos, arde,
La ayuda sólo depende de ustedes.
Si amáis al pueblito,
Tomad las vasijas y apagad el fuego.
Apagadlo con vuestra propia sangre.
Demostrad que podéis hacer eso.
No estáis parados, hermanos con los brazos
cruzados.
No estáis parados, hermanos, apagad el fuego.
Nuestro pueblito está ardiendo.

Traducido del idish por Moisés Kijak.

Nacido en 1877, Mordechai Gebirtig es considerado uno de los escritores más populares de canciones y poemas Idish. "Es brent" es su canción más famosa, escrita en respuesta a un pogrom que tuvo lugar en 1936 en el pueblo de Przytyk.
Se convirtió en el himno de los sobrevivientes del Holocausto, quienes sintieron que estos versos reflejaban su tragedia.
La canción sigue siendo interpretada, a través de los años en las conmemoraciones del Holocausto.
Gebirtig fue ejecutado en el gueto de Cracovia en junio de 1942. En esta especial ocasión, siento la necesidad de compartir estos versos, tan hondos y tan dolorosos.
Es mi manera de recordar. Jack Fuchs
 

Silvia:
    Eres Yacub, ya Israel: el Patriarca del Siglo XXI, quien se resiste a que las instituciones cambien. Quien apuesta sine qua non al Pacto de Fe, a La Letra, a la Palabra vale Acto, a la Circuncisión, a la Ley..

Jack:
     "¿(...)?"

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