10 de Elul de 5774
Nuevo estudio sobre la cultura judeo-argentina
Una historia del libro judío de Alejandro Dujovne
Quien accediera a la
biblioteca de un hogar judío en la Argentina del período de
entreguerras habría encontrado obras escritas en ídish y editadas
en Vilna, Varsovia, Moscú, Nueva York, Buenos Aires... ¿Qué puede
decir esta condición transnacional acerca de la cultura judía del
siglo XX? Alejandro Dujovne, doctor en Ciencias Sociales e
investigador del Conicet, sigue los rastros de publicaciones y
proyectos editoriales para iluminar una comunidad que, forzada a la
diáspora y perseguida, hizo de la sensibilidad por la cultura
impresa y por los libros, su “patria portátil”.
Desde la perspectiva de
la sociología de la edición, el autor reconstruye el universo del
libro judío de Buenos Aires desde sus primeros ensayos en la década
de 1910 hasta mediados de los años ´70, tornando visible una trama
compuesta por editores, intelectuales, traductores, mecenas,
imprentas, instituciones comunitarias, partidos políticos, etc. La
ciudad se afirmó como polo de traducción de obras de temática
judía al castellano, y las elecciones de cada sello pusieron a
prueba ideas políticas y expresiones culturales que dieron lugar a
debates por la definición última, legítima, de lo judío.
Al desplegar el mapa
exhaustivo de los desplazamientos materiales y los debates
ideológicos, este libro se afirma como una obra de referencia para
quienes quieran recuperar un capítulo insoslayable de la cultura
judía argentina y como un disparador para preguntarse de qué modos
se dirime en la actualidad, el futuro de esa cultura.
A continuación se
transcribe un fragmento que el autor dedica a la SHA:
La Sociedad Hebraica
Argentina
… la SHA fue, y
continúa siendo hasta la actualidad, una de las principales
instituciones de la vida judía argentina, cuyo nombre y modelo se
exportaron a otros países de habla castellana. Su origen se remonta
a 1909, con la fundación del Centro Juventud Israelita Argentina
(CJIA). La mayor parte de los jóvenes que participaron en su
creación habían vivido su infancia en las colonias agrícolas
judías y migrado a Buenos Aires en busca del ascenso socioeconómico
y la integración cultural que la universidad y, en segundo lugar, el
comercio parecían garantizar.
...El CJIA deja paso en
1915 a la Asociación Juventud Israelita Argentina (AJIA) y en 1923
se crea una entidad paralela, la Asociación Hebraica, formada por
algunas personas que habían participado en el CJIA. Si bien la AJIA
y la Asociación Hebraica tenían un origen común, la segunda
mostraba un perfil algo más elitista, tanto por sus integrantes como
por las actividades que realizaba. Hacia 1926, la precaria situación
económica en que se encontraban las llevó a fusionarse, dando
nacimiento a la SHA, a la cual rápidamente se sumó un tercer grupo,
el Ateneo Estudiantil Israelita.
La composición del
Consejo Directivo y del Consejo Consultivo electos en 1927 revelan la
extracción social y cultural del grupo inicial... En contraste con
la mayor parte del colectivo judío de la época, que, al igual que
otros colectivos inmigratorios, integraban trabajadores manuales y
pequeños comerciantes, los impulsores de la SHA formaban una pequeña
elite social y cultural.
Esta nueva entidad
concentró las acciones de difusión cultural de las tres sociedades
que la constituyeron. En la definición de su esfera de acción, y
acorde con la posición de la elite liberal judía que la impulsaba,
tanto la política como la religión quedaban excluidas. Entre sus
propósitos específicos se contaban la difusión del conocimiento de
la historia y la cultura judías y sus expresiones en la filosofía,
la literatura, el arte y la ciencia; el fomento del idioma hebreo y
la “literatura israelita”; la formación de una biblioteca
especializada en estudios judíos y, a la vez, de cultura argentina;
la edición de libros, y el desarrollo de “una acción sistemática
encaminada a vincular la colectividad con los elementos superiores
del país” (SHA, 1928).
… Entre El
cristianismo precristiano, de 1924, y Tres ensayos sobre
judaísmo... de 1959, última obra que logramos identificar, la
SHA informó haber publicado treinta y siete títulos... En los
treinta y cinco años que transcurrieron entre el primer y el último
título, la editorial alternó entre tres tipos de obras:
conferencias, traducciones y obras colectivas.
...Pese a lo extenso del
período que abarcó, la editorial sostuvo una línea
político-cultural identificable. Una veloz mirada a sus títulos
revela que, aún con las profundas transformaciones históricas
vividas por el judaísmo a escala nacional y mundial con el
Holocausto y la posterior creación del Estado de Israel, la SHA
propuso de manera consistente una concepción ética humanista de lo
judío, de carácter liberal y secular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario