¿Hacia dónde vamos? Breve análisis
de un peligro mayúsculo
Para nuestra identidad judía, el
conocimiento de la historia de nuestro pueblo es relevante. En
muchísimos casos, hemos escuchado de miembros de nuestras familias –
padres, abuelos, bisabuelos – historias de sistemáticas
discriminaciones. La Shoah es el ejemplo más trágico. Tomar
distancia de estos acontecimientos, contradice la dignidad de la
existencia, del convivir con nuestros semejantes. No es para nada
casual que en Israel exista Yad VaShem y que en las mayores capitales
del mundo, museos de la Shoah transmitan estas historias.
Pero vemos que, al menos hoy en Europa,
no alcanza. Tampoco alcanza la inmensa bibliografía sobre la
xenofobia y el antisemitismo en particular – la más antigua de las
discriminaciones – y las innumerables obras de arte que, a partir
de la creación, denuncian y se rebelan contra estos hechos. No
alcanzan para nada.
Veamos, según una breve crónica de
hechos, qué sucede en la Europa de este tiempo degradante.
- Las políticas de austeridad en gran parte de Europa han aumentado a cifras elevadísimas la desocupación. Su consecuencia directa, el incremento acelerado de la pobreza y de la tasa de suicidios. Es decir, la esperanza de vida digna, fusilada.
- Las agrupaciones políticas ultraderechistas, es decir, xenófobas, racistas y anti inmigratorias, han recobrado enorme fuerza y rápida aprobación de amplios sectores de las correspondientes poblaciones. Recuérdese la situación de la República de Weimar en la Alemania de la década del ´30 y el advenimiento de Hitler y el nazismo.
- En Gran Bretaña, el Partido de la Independencia (¡valga denominación!) logró casi el 30% de los votos, es decir, más que los tradicionales partidos conservadores y laboristas. Su propaganda se basó en la desocupación europea y en “denunciar” a quienes están detrás de los trabajos. “Tomemos, decían, de nuevo el control de nuestro país”. Una pinturita.
- El Frente Nacional de Marine Le Pen, en Francia, obtuvo uno de cada cuatro votos, superando a los otros partidos. El padre de la nombrada, fundador de este partido xenófobo, expresó su flagrante antisemitismo en muchas ocasiones y su elogio a los campos nazis. No hace mucho, dijo: “El brote de virus de Ebola, que mató a casi 200 personas en Africa, podría reducir el número de posibles inmigrantes a Francia”. Sin comentarios.
- En Austria, el “Freedom Party”, tercero en las elecciones, sacó el 20% de los votos. Es la representación de la ultraderecha.
- En Hungría, la ultraderecha virulentamente antisemita, logró el 21% de los votos y en Grecia “Aguila Dorada”, partido neonazi, obtuvo el tercer lugar. No solo hace declaraciones racistas. Se dedica a limpiezas étnicas en lugares con inmigración turca y de otras minorías.
Las denuncias de estos procederes les
trajo más votos.
Otra vez, el maldito recurso del “chivo
emisario” en plena vigencia en la “civilización occidental en
Europa”. Nuevamente, los excluidos, peligrosos enemigos que es
necesario tratar de aislarlos, de recortarles sus derechos, de
arrojarlos de la Europa civilizada e impedirles su ingreso para
ocupar lugares y trabajos que de manera alguna les corresponde.
Sin duda, tomando estos datos tan
significativos, estas incalificables agresiones, esta extendida
enfermedad xenófoba con posibilidades de transformarse en pandemia,
da excelentes resultados electorales.
Las desigualdades provocadas por las
tremendas políticas de austeridad, políticas que descreen de la
igualdad de los seres humanos y transmiten con éxito sus postulados
racistas, son uno de los principales puntos de partida de la
xenofobia europea y sus consecuencias.
Gerardo Mazur
Departamento de Cultura
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