Dos poemas de Yehuda Amijai
Mi viejo maestro, la vida
no es tan profunda como decías. La historia
y los amores de Buber y Marx son sólo como
una fina capa de asfalto sobre la gran tierra.
Maestro, la frontera de los juguetes está tan cerca:
cuando una pistola dispara y mata y mi padre muere de verdad.
Y la frontera del camuflaje, que es también la frontera
del amor: en lugar de un cañón surge
un árbol de verdad y tú serás yo, y yo -- tú.
De Hazman, El tiempo (1977)
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Un pastor árabe busca una cabra en el monte Sión
Un pastor árabe busca una cabra en el monte Sión
y en la montaña de enfrente yo busco a mi hijo pequeño.
Pastor árabe y padre judío
con su fracaso temporal.
Nuestras voces se encuentran sobre
la cisterna del Sultán en el valle de en medio.
Ninguno de los dos queremos que el hijo y la cabra
entren en el proceso
de la terrible máquina de Jad Gadyá.
Después los encontramos entre los arbustos,
y nuestras voces volvieron a nosotros y lloraron y rieron por dentro.
La búsqueda de una cabra o de un hijo
fue siempre
el principio de una nueva religión en estas montañas.
De Shalvá gedolá: Sheelot uteshubot, Gran tranquilidad: Preguntas y respuestas (1980)
Traducción: Raquel García Lozano
De: Amijai, Yehuda, Un idioma, un paisaje. Antología poética 1948-1989, Hiperión, Madrid, 1997.
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Desde este punto de vista, Amijai fue un amigo de la casa y también el dueño de casa de la cultura hebrea."
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