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El gramático defiende la sintaxis de Alberto Szpunberg
Para nuestro único nombre y para sus dos tablas y para
nuestros tres padres y cuatro madres y cinco libros el
verbo ser y el verbo estar eran y estaban o serán y
estarán el mismo verbo, hasta algunos sabios llegaron
a afirmar que estaban y eran el verbo único del único
nombre, hasta tal punto que cuando éste, bendito sea,
independientemente de ser y estar en todo, quiso decir
soy el que soy, como la obviedad de decir seré el que
seré o estaré donde estaré, vio que todo momento
o lugar, aun este poema, es siempre un recurso:
“mañana”, por ejemplo, “después”, “al atardecer”,
“mientras enciendo el fuego con ramas traídas
del bosque”, “cuando vuelvo a la tibieza de tu cuerpo
contra el mío”, todas son formas circunstanciales, meros
adverbios que intentan en vano definir el único verbo
que puede ser y estar al mismo tiempo, y hasta nosotros,
humildes sujetos de acciones subordinadas al que
siempre será el que será y estará donde estará, hasta
nosotros sólo somos complemento, un vano acusativo,
hasta objeto directo de burla, de odio, de sospecha, y así
estamos por un lado y somos por el otro
y sólo la oración nos da coherencia.*************
Alberto
Szpunberg (Buenos Aires, 1940) es poeta y periodista. Fue director del suplemento cultural
del diario “La Opinión” entren los años 1975 y 1976. El golpe militar
del 24 de marzo de 1976, lo obliga a exiliarse en la ciudad de
Barcelona, España. A lo largo de su carrera ha obtenido importantes
distinciones como el Premio Casa de las Américas, por su libro El che
amor, o el Premio Internacional de Poesía Antonio Machado que obtuvo con
Luces que a lo lejos. Editorial Entropía acaba de publicar su poesía reunida en Como solo la muerte es pasajera.
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