Por Silvia Lef
Publicado por ElSigma.com el 13/01/2013
"El Brit Milá traducido literalmente como “Pacto de
Palabra”, “Palabra hecha Acto” menta un Acto que es Pacto de Ley; la
“Circuncisión”. Un emblema simbólico que atraviesa el cuerpo real, inviste el
cuerpo imaginario y pareciera dar la nota paradigmática a la esencia de la
especie humana: la consabida y resistida falibilidad.
El Brit Milá traducido literalmente como “Pacto de Palabra”,
“Palabra hecha Acto” menta un Acto que es Pacto de Ley; la “Circuncisión”. Un
emblema simbólico que atraviesa el cuerpo real, inviste el cuerpo imaginario y
pareciera dar la nota paradigmática a la esencia de la especie humana: la
consabida y resistida falibilidad.
El Génesis XVII abre una dimensión de Bereischit,
significante polisémico hebraico donde moran el Bar/Hijo de Ley; el Reih/modelo
identificatorio, espejo humanitario; la
Esch/ chispa vital, el fuego que anima la Vida; el Isch/ el hombre; la Ischá/ la mujer; la Bat/ Hija de la Ley; la enoschut/ la
humanidad. El “otro”, el “semejante”, el “diferente” estarán atravesados
idénticamente por la Milá/
Ley que es también Torah/ Palabra. Letra/Ot que escribe la alteridad, inscribe
la ética desde el corte/Mul de lo completo/maleh para todo ser hecho del humus/Adamá,
sea varón, sea mujer, sea judío, sea no judío. De este modo, el mandamiento de la Circuncisión nace en la Emuná/fe abrámica pero se
torna transjudaica, abrahámica cuando este Patriarca deviene de ser el primer
judío histórico y de ser el Primer Patriarca de Israel en fundador del
monoteísmo ético, quien porta un legado universal para los entes hechos del
polvo de la tierra. El Schem/Nombre del Padre/Ab habrá de marcar mediante este
“registro simbólico” la “falta estructural”, la “hiancia constitutiva” para
todo ser labrado desde la
Tierra/Adamá. Así, la terrenalidad, la mortandad, la
pasibilidad de error, el defecto, la falibilidad son rasgos de este corte, de
este registro, tan del humus, tan del género, tan de la especie, tan universal
para todo humano, tan singular para el sujeto hebreo/noseh ibrí que lo denuncia
al modo de enunciado en su propio cuerpo, al modo de monumento mnémico de la
finitud.
I) ¿Es la ética hebraica el prolegómeno de la ética
psicoanalítica?
II) ¿Está la ética hebraica, está la ética analítica
soportada en la
Circuncisión?
III) ¿Es la Circuncisión Ley de Leyes?
IV) ¿Es el sujeto judío el primero que denuncia en su
cuerpo esta Ley?
V) ¿Es la
Ley de la ética hebraica una Ley insoslayable para la conditio
humanitatis?
VI) ¿Es Freud y es Lacan, cada cual, cada quien a su modo,
un re-torno a ese Pacto que es Acto. A esa
Letra que es Ley: la
Circuncisión?
VII) ¿Es el Psicoanálisis en general y el psicoanálisis freudiano y el lacaniano en
especial una vuelta al Schem schel Ab/al Nombre del Padre ibrí/hebreo, en tanto
y en cuanto pasa la norma, transfiere la fe, transmite la regla, pasa la Ley?
VIII) ¿Es el Nombre del Padre quien desde el
simbolismo puro, al modo de enigma, insondable, inefable inscribe en su Bar/
Hijo de Ley, en su Bat/Hija de Ley la impronta de su propia legalidad?
IX) ¿Es la ética hebraica, es la ética del psicoanálisis una cadena emblemática que
pasa la Ley de Abot/Patriarcas
a Banim/Banot/hijos/hijas de Dorvador/de generación en generación?
X) ¿Es
la Circuncisión
la prescripción obligada que funda ambas éticas en la finitud, cuya ofrenda central para el Uno es la completud?
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