Una cosa para cada tiempo (fragmento)
de Janan Nudel
Si bien sabía que existe un tiempo para cada cosa, desconocía hasta hoy que existe una cosa para cada tiempo. Un tiempo para cada cosa me producía, por su carácter prejuicioso y limitante, una falta de libertad. Una vez pasado ese tiempo, la cosa ya no era posible, desconociendo aquello que define su individualidad. Una cosa para cada tiempo me impactó como un concepto abierto y creativo, permitiendo que el ser despliegue libremente su individualidad, de acuerdo a lo que necesita, coincida o no con lo que está programado para él. Toma conciencia de que puede seguir lo que fue programado para él y reprogramarse en función de sus necesidades reales, independiente a la determinación a la que lleguen sus pares. Cuando define las pautas de comportamiento para cada momento dar la vida, la sociedad delimita un ser y un hacer para cada edad. Un tiempo para cada cosa induce a tomar conciencia del tiempo en el que se está viviendo para saber qué es lo que se debe hacer y qué es lo que se debe necesitar. Si existe una cosa para cada tiempo, es el tiempo interior el que determina y el que permite que cada uno actúe como si fuera un niño, un adolescente, un adulto o un anciano, en cualquier momento de su vida, aceptando tener comportamientos que sólo se consideran aceptables para cada una de las edades. Un tiempo para cada cosa crea seres felices cuando coincide el tiempo para esa cosa con la cosa que ese ser necesita para su tiempo interior.
Extraído de Abriendo laberintos de Janan Nudel, Fundación Alianza Cultural Hebrea, Bs. As., 2012
SHANÁ TOVÁ UMETUKÁ!!!
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