Horario de Atención

Lunes a Viernes de 13.00 a 19.00 hs. 1 Piso de la Sociedad Hebraica Argentina - Sarmiento 2233

miércoles, 31 de octubre de 2012

Artes Plásticas



Exposición de dibujos originales de Carlos Alonso ilustrando poemas de Pablo Neruda
Obras cedidas por la Fundación ALON

Presentación del libroAmilcar y Carlos Alonso. Historia para niños de Patricia Pellegrini”

 

De la colección “Amilcar y los artistas”, compuesta por libros infantiles dedicados al arte que a través de un niño llamado Amílcar, relata la vida y obra de artistas plásticos de destacada trayectoria.

Intervienen: Patricia Pellegrini y Dora Surasky


Inauguración y presentación del libro: Martes 6 de Noviembre a las 19.30 hs.

La exposición se podrá visitar del 6 al 19 de Noviembre
Café Literario - Entrada libre

Encuentros de reflexión


viernes, 26 de octubre de 2012

Presentación del libro




“Obituarios escogidos”
de Elías Scherbacovsky, escritor argentino residente en Israel



Intervienen:
Máximo Simpson
Gerardo Mazur
y el autor

Miércoles 31 de Octubre, a las 20.00 hs.
Biblioteca Popular “Alberto Gerchunoff”

Entrada libre

Misceláneas judías para la pausa del Sábado



EL BARRIO DEL ONCE "SHEL MAALA" (fragmento)
por ELIAHU  TOKER

¡Once, viejo barrio judío de Buenos Aires! ¡Ya no es lo que era! Hoy ando sus calles y me salen al paso letreros en coreano; levanto los ojos y sólo veo enormes cajones vidriados, testigos de nada, y apenas, a las perdidas, algún edificio tenso de historia, sobreviviente de una época tormentosa y fértil, agitada y brillante. Ando sus calles tratando de apresar con mis ojos de hoy su vida de ayer, pero aquel pedazo de Buenos Aires, aquel hervidero de vida judía y porteña llamado barrio del Once ya dejó de ser un lugar de calles vivientes, edificios palpitantes y gente hablando a los gritos en idish o en árabe; dejó de ser un lugar plantado en la geografía de Buenos Aires para volverse una idea. Ya no existe más el Once shel mata, el Once terrenal. Como otrora Jerusalén, nos queda un Once shel maala, un barrio del Once celestial, clavado en la memoria de quienes lo vivimos.
(…)
¡Historia del Once! Micromundo, reflejo del macro mundo judío y universal. Cas a casa, físicamente separados apenas por un tabique pero ideológicamente separados por cataratas de palabras, vivían y militaban laicos y religiosos, ortodoxos y liberales, anarquistas, nacionalistas, comunistas, socialistas y bundistas; sionistas de derecha y de izquierda. Todas las gamas y tendencias hasta llegar a las mayores sutilezas ideológicas. Y cada una, por supuesto, con sus partidarios y opositores; cada una con su biblioteca, con su escuela, con su periódico; cada una con su batalla y con su sueño. Escuchen algunos de sus nombres: “Biblioteca libre israelita”, “Estudio dramático lung Arguentine”, “Talmud Toire bnei Isroel de la Asociación de Sastres”, “Primera Escuela Borojov”, “Asociación dramático musical Fraihait”, “Club Israelita La Musa”, etc., etc.
Eran del barrio, por supuesto, los diarios en idish “Di Presse” y “Di idishe Tzaitung”, pero también las revistas “Penimer un Penimlej” y “Oifgang” y “Eretz Israel” y “Mundo Israelita” y “La Luz”, y los teatros “Ombú”, “Excelsior”, “Olimpo”, y apenas un poco más allá estaba el “Soleil” donde actuaron Ben Ami, Buloff, Moritz Schwartz, por no hablar de  Dzigan y Szumajer o de Max Perelman. Del barrio fue también el “Gardel judío” Jevel Katz, que vivió y murió en la calle Paso al 600; del barrio fue el poeta Carlos M. Grünberg, y en el famoso café Internacional de Liova Paley, ubicado en Pasteur y Corrientes y cantado por César Tiempo, se reunían Tiempo, Eichelbaum, Gerchunoff y otros inmortales con los periodistas y actores de la prensa y el teatro idish.

Se me está terminando ya el tiempo y todavía no hablé de los otros cafés, ni del Comercial ni del Bar León, ni de aquellos restaurantes obreros que cobraban 20 cts. El plato y se comprometían públicamente a destinar el 1% de sus ingresos al Procor, para ayudar a los obreros judíos de Rusia. Ni hablé de las editoriales, ni de las librerías, ni de los comercios por mayor y menor de todo tipo. 

No mencioné siquiera a los landsmanshaftn, esas sociedad de ayuda mutua organizadas según aldea de origen, ni hablé de sus cajas de crédito que en lugar de cerrárselo, le ampliaban el crédito al que se encontraba al borde de la quiebra, o se lo abrían al que estaba todavía en alta mar, rumbo a estas playas, para que no bien desembarcara ya tuviese con qué armarse un hogar y compararse la primera mercadería, que saldría a vende por señas, hasta que aprendiese el idioma. Queda para ustedes la tarea de imaginar cómo era ese barrio, tal vez no demasiado refinado, pero turbulento, apasionado, hirviendo de judíos que habían trasladado a esas calles aspectos del viejo hogar europeo del que habían tenido que huir. Gringos que fueron aporteñándose, criándonos y envejeciendo, como mis padres. Mis padres, que un día se soltaron de mis manos y murieron. Y con ellos, también este barrio judío del Once, desprolijo y vital, borrascoso y familiar, se desprendió de las calles para volverse idea.

Extraido de: "El imaginario judío en la literatura  de América Latina", Editorial SHALOM, Buenos Aires, 1990, 1990.
                                                      ............................................................. 





En el primer aniversario de la muerte de este gran poeta, magnífico traductor y editor, ELIAHU TOKER, sea este nuestro homenaje a su memoria.

lunes, 22 de octubre de 2012

Artes Plásticas

Exposición de las artistas plásticas: 
EUGENIA BEKERIS, AGUSTINA GALARRAGA Y MIRTA RESENBERG






viernes, 19 de octubre de 2012

Misceláneas judías para la pausa del Sábado

Selección de cuentos, relatos, poemas y fragmentos de las letras judías, de los más diversos autores y de todas las épocas, seleccionados del archivo bibliográfico de la Biblioteca Popular “Alberto Gerchunoff”, con el fin de “iluminar”, a través de la lectura, este momento particular de la semana : “la pausa del sábado”, como lo llamó tan secular y poéticamente, el poeta judeo argentino César Tiempo .

   
Los judíos en la lengua castellana por Alberto Gerchunoff (*)

Las primeras antologías poéticas de España fueron hechas por judíos. Don Francisco de Baena era judío – “judino”, como lo decía él mismo -. Judío era el agudo y atravesado coplero Montoro; judío el prodigioso creador de la “Celestina”; judío el admirable rabino de Carrión, aquel don Sem Tob, lleno de delicia, y de quien habla con benevolencia el altivo don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana. Cito a los principales de una época que tiene unidad tanto por el espíritu como por las formas de expresión. Quizá se podrían llevar más lejos las afirmaciones en este sentido y coincidir con los que acusaron de judaísmo a Fray Luis de León. En efecto, el venerable maestro se vió ante los tribunales eclesiásticos y tuvo que levantar cargos muy graves, semejantes a los que pesaban sobre los filólogos racionalistas de su tiempo, que interpretaban la Escritura con un criterio libre. Fray Luis de León levantó todas las acusaciones menos la que le atribuía origen judaico. Cito estos nombres y estos hechos porque revelan, a mi juicio, un fenómeno muy interesante. El judío asimiló la lengua española con extraordinaria profundidad. Si dió al espíritu español, en el proceso de su cultura, matices que caracterizan su originalidad genuina, incorporó al suyo, en cambio, los elementos expresivos del idioma, dentro del cual se manifestó desde el primer instante con una espontaneidad asombrosa. Lo que define, sin duda, al escritor no es la abundancia de las palabras sino la riqueza de los giros. Los judíos de la literatura española se individualizan bajo ese aspecto en una forma sorprendente. Sem Tob asombra; Agustín de Rojas nos causa maravilla. En su obra, la lengua llega a su término completo y es la que nos ofrece mayor opulencia en modismos, proloquios y creaciones proverbiales.
Lo curioso es que al ser expatriados de España y dispersos por los países balcánicos, por el centro de Europa, el Asia y el África, conservaron la lengua aprendida en España. Siguieron pensando en español y cantando en español sus antiguos recuerdos, sus leyendas domésticas, sus esperanzas obscuras. Así como el hebreo continuó siendo su lengua teológica, el español prosiguió siendo la lengua lírica. Y en Ferrara los emigrados vertieron la Biblia a ese español sobrio, rudo y jugoso, en la que subsiste la sustancia del texto patrimonial. Aun hoy, los viajeros de los países hispánicos oyen en Tánger, en Salónica, en Constantinopla, en Monastir, en las calles de El Cairo, resonar el romance arcaico que nació en las ciudades de la península de donde fueron arrojados. En el alma del judío persistió la añoranza de aquella patria magnífica en que se revelaron al mundo, en el esplendor de su genio múltiple, los filósofos, los moralistas, los talmudistas, los poetas.
¿Será acaso por esto que el judío en la América hispánica, en la Argentina, se adapta con tanta prontitud al uso eficaz del idioma? Yo diría que no se adapta. Lo que hace es recobrar un idioma que ya fue suyo y para el cual representa, tal vez, una nueva promesa. Y ello ha de regocijar a los manes de Agustín de Rojas, de Sem Tob, de Montoro, de Fray Luis, de Maimónides, y aun a los del cardenal Sáenz, arzobispo de Sevilla, hace treinta años, descendiente de judíos y que en el día de la destrucción del Templo, anualmente, vestía ropa negra y leía, gimiendo, los lamentos de Jeremías.

Septiembre 18 de 1926


(*) Artículo publicado en:
Gerchunoff, Alberto,  El pino y la palmera, Sociedad Hebraica Argentina, Buenos Aires, 1952.
Edición en homenaje a la vida y a la obra de Don Alberto Gerchunoff.

lunes, 15 de octubre de 2012

Novedades bibliográficas



  • Del mito al genocidio. Una historia documental del antisemitismo en Alemania 
         Cristian Buchrucker, Susana Dawbarn y María Carolina Ferraris
         Capital Intelectual, Buenos Aires, 2012

Sin la motivación central del mito de la conspiración universal judía, construido por los ideólogos antisemitas a lo largo de décadas y asumido por la dirigencia nazi, la política genocida del Tercer Reich sería absolutamente inexplicable.
Tal es el punto de partida de esta investigación que llevó una década de trabajo, y que se propuso indagar críticamente la trayectoria de esta oscura fuerza en Alemania como contribución al fortalecimiento de una cultura histórico política enraizada en los derechos humanos y la democracia.





  •  Los hundidos y los salvados

         Primo Levi
         Editorial Océano, Barcelona, 1989



El libro que cierra la trilogía de Primo Levi sobre los campos de exterminio es una prueba viva de que, sólo si se articula el horror a través de la palabra, se está en condiciones de crear y fortalecer la conciencia crítica que exigen los tiempos, indagando en las cuestiones más esenciales: la libertad, la vergüenza, la responsabilidad, la complicidad, el compromiso, el olvido… y la piedad como categoría básica de la ética humana.




  • Sobre la crueldad. La oscuridad en los ojos

         Ana Berezin
         Psicolibro, Buenos Aires, 2010


“La búsqueda de la autora (…) tiene que ver con la travesía desgarrada de la experiencia del sujeto moderno; se ocupa de seguir los hilos de memorias ahuecadas y de prácticas individuales y sociales que deben ser indagadas con el arsenal crítico del psicoanálisis sin renunciar a la pregunta política o filosófica, enhebrando un diálogo entre categorías que deben entramarse para abrir la oscuridad que está en los ojos del que mirando no alcanza a ver lo que se le enfrenta o lo que lleva muy adentro.” Ricardo Forster. Ana Berezin es Psicoanalista. Doctoranda en Psicología (UBA). Docente y supervisora en hospitales públicos y centros de salud mental. Publicó varios trabajos en revistas de psicoanálisis y de salud mental en la Argentina y en el Brasil.


  • Sefarad. Huellas de un exilio

Sefárdica Nº 20 / Agosto 2011
Actas del IV Simposio Internacional de Estudios Sefardíes
Edita CIDiCSef  - María Cherro de Azar (compiladora)


Una vez más CIDiCSef convoca y publica un nuevo número de la prestigiosa revista Sefárdica, con el objeto de contar la historia de los judíos en España, la historia de los que fueron expulsados y la de sus descendientes: la historia de los sefardíes. Cinco siglos sosteniendo, en distantes y heterogéneas geografías, una tradición y una lengua que, a fuerza de deseo, de tenacidad y trabajo, impiden su desaparición.
Se trata de una publicación con excelentes artículos escritos por prestigiosos académicos, investigadores y estudiosos de los temas sefardíes convocados desde distintas partes del mundo para esta publicación.






viernes, 12 de octubre de 2012

Misceláneas judías para la pausa del Sábado



Viernes 12 de octubre de 2012 - 26 de Tishrei de 5773
"Patria/ exilio" (*) 
de George Steiner (fragmento)
Desde la destrucción del Segundo Templo hasta 1948, el destino de las comunidades judías fue la dispersión y la amenaza recurrente (aunque no hay que olvidar cuántos judíos llevaron una vida más o menos normal, incluso feliz, dentro de los límites de su posición marginal). En el mejor de los casos, se ejercía la tolerancia y hasta la salvaguarda del remanente de un misterio arcaico de revelación y rechazo, útil desde el punto de vista económico pero ante el cual se sentía desconfianza y desprecio. Incluso la emancipación de los judíos europeos occidentales durante la Ilustración y en el siglo XIX fue solo parcial. Las exclusiones profesionales y sociales persistieron aun dentro de una sociedad más liberal. En cierto modo, sigue siendo así hasta el día de hoy. La excepción anglo-estadounidense se debió a causas y particularidades  muchas de las cuales no se entienden del todo hasta el día de hoy (¿el papel dominante de la Biblia en las estrategias y mitologías del protestantismo?). Aún así – para utilizar la sardónica imagen de Heine – el bautismo era  frecuentemente un pasaporte necesario para mejorar la suerte y prosperar. La irrupción y la perpetración de la Shoá volverían inequívoca e insoportable la fragilidad, la casi fatalidad de la condición judía. De ahí provino el milagro necesario de Israel.
Esta condición lamentable, esta capacidad de resistencia muy a menudo al borde del desastre, llevaba consigo una inmensa compensación moral. Desprovisto de poder, despojado de recursos políticos, el judaísmo de la diáspora dejó tras de sí las ferocidades tribales, la xenofobia y la arrogancia racial del Libro de Josué y otros textos triunfalistas del Pentateuco. Los judíos no podían hacer de otros “leñadores y aguateros”. El judaísmo no podía ejercer esa intolerancia religiosa y étnica que distingue al antiguo Israel del relajado politeísmo de la Grecia clásica y del a menudo cínico sincretismo de la civilitas romana.
En ese gueto a través del tiempo que definió la supervivencia judía, los judíos no podían hacer que otros hombres y mujeres perdieran su casa, humillarlos, matarlos ni torturarlos.
Para mí, esa incapacidad, por difícil y costosa que fuera, constituye una segunda alianza tan crucial como la contraída en el monte Sinaí, una segunda elección. “No despojarás a otro ser humano de su casa, no lo humillarás porque es distinto de ti, no pondrás sobre él la mano infernal de la tortura”. Porque aquel que tortura renuncia a su humanidad, fuera cuales fuesen las circunstancias. La observancia de esa segunda alianza, por mucho que viniera impuesta por limitaciones históricas y sociales, invistió a los judíos de una aristocracia moral, una singularidad entre las naciones mucho más noble, mucho más envidiable que la de ninguna otra. Es la que autorizó a Albert Einstein, cuando el servicio de inmigración le preguntó cuál era su raza, a contestar: “la humana”.

(*) de Identidades judías, modernidad y globalización, Paul Mendes-Flohr, Yom Tov Assis y Leonardo Senkman (eds), Editorial Lilmod, Buenos Aires,  2007.

George Steiner (París, 1929) nació en el seno de una familia judía de origen vienés.Su primera educación la recibió en un Liceo parisino y luego en el Liceo Francés de Nueva York, tras haberse trasladado con su familia en 1940 para huir del nazismo.
Prominente crítico y teórico de la literatura y de la cultura , profesor y escritor.  Su obra tiende a la exploración, con reconocida brillantez, de temas culturales y filosóficos de interés permanente y ha ejercido una importante influencia en el discurso intelectual público de los últimos cincuenta años.

Artes Plásticas


Presentación de libro


viernes, 5 de octubre de 2012

Misceláneas judías para la pausa del Sábado


Viernes 5 de Octubre de 2012 - 19 de Tishrei de 5773
Fragmentos de Abraham J. Heschel de su obra "Dios en busca del hombre"(Seminario Rabínico Latinoamericano, 1984)



“La Biblia no es un fin sino un comienzo; es un precedente, no una historia. El hecho de hallarse inserta en situaciones históricas determinadas no le ha impedido ser eterna. Nada en ella es subrepticio o vulgar. No es una epopeya sobre la vida de héroes, sino la historia de cada hombre bajo todos los climas y todas las épocas. Su tema es el mundo, el conjunto de la historia; contiene las pautas para la constitución de una humanidad unida, y elementos de orientación para plasmar esa unión. Muestra el camino a las naciones al igual  que a los individuos. Continúa desparramando semillas de justicia y compasión, transmitiendo el clamor de Dios al mundo y horadando la coraza de indiferencia del hombre”

"La Biblia es santidad en palabras. Para el hombre de nuestra época nada es tan familiar y tan trivial como las palabras. Entre todas las cosas son las más baratas, las más maltratadas y las menos estimadas. Son objeto de perpetua profanación. Todos vivimos en palabras, sentimos y pensamos en palabras, pero somos incapaces de mantener su dignidad independiente, de repsetar su poder y su peso; así, las palabras se vacían, se tornan esquivas, se convierten en un puñado de polvo. Cuando estamos frente a la Biblia, cuyas palabras son iguales a moradas hechas de roca, no sabemos cómo encontrar la puerta... Tan poca materia tienen, y tanto significado."


Abraham Joshua Heschel (1907-1972), rabino, erudito, filósofo y teólogo estadounidense, conocido por su presentación evocadora del misticismo judío, la profecía, y la filosofía de la religión, así como por su activismo social. Nacido en Varsovia, Polonia, Heschel obtuvo el doctorado en filosofía por la Universidad de Berlín, y enseñó en Berlín y Frankfurt. Después de ser deportado por los nazis a Polonia en 1938, trabajó como profesor en Varsovia y Londres. En 1940 se trasladó a los Estados Unidos, donde impartió sus enseñanzas en el Colegio de la Unión Hebrea de Cincinnati, Ohio. Desde 1945 hasta su muerte, fue titular de ética y misticismo judío en el Seminario Teológico Judío en Nueva York.

Novedades de Octubre



El libro de los viajes equivocados, Clara Obligado
Hablar solos, Andrés Neuman
Delirio, David Grossman
La vida entera, David Grossman
Las leyes de la frontera, Javier Cercas

Sueños de felicidad, Lisa See
Muerte en Estambul, Petros Márkaris 
Mika, Elsa Osorio

 









 


El guardián de los niños, Johan Theorin
Sunset Park, Paul Auster
Borgestein, Sergio Bizzio
Cámara Gesell, Guillermo Saccomanno        
Pastoral americana, Philip Roth
Nadie se salva solo, Margaret Mazzantini

Tertulia en la Biblioteca