PESAJ 2014/5774
LIBERTAD Y PREGUNTA
Pesaj es la fiesta de la libertad. Así
se la conoce y se la celebra en los hogares judíos, sea cual fuere
la forma en que esa condición judía se manifieste. Laicos o
creyentes, apegados la tradición o “modernos y liberales”: a
diferencia de otras fechas del calendario, Pesaj es fiesta compartida
por todos, tal vez por su capacidad de ser resignificada. Hay
innumerables Hagadot (la Hagadá es el libro que se lee
en la cena de esa noche y donde se narra la gesta de liberación de
los hebreos de su esclavitud en Egipto), desde las clásicas con
ilustraciones medievales en las que Dios es protagonista principal,
hasta algunas de las últimas décadas que relatan la catástrofe de
la Shoá y la salvación de los sobrevivientes, sin mención alguna
de intervención divina.
Es que “libertad” no es una noción
religiosa, sino una idea que abarca todos los planos de la vida
humana. Se puede hablar de libertad política, sicológica, de
género; puede ser individual, de un pueblo, de un grupo… A ella se
oponen la opresión y el sometimiento, y sabemos que se puede estar
sometido a un gobierno, a mandatos familiares, a imperativos
sociales, a prejuicios y miedos, a fantasmas del pasado, a sistemas
rígidos, a obsesiones y adicciones… Se puede incluso, en efecto,
ser esclavo de uno mismo. El sometimiento siempre supone atribuir al
opresor una estatura monumental, como una pirámide, y verse a sí
mismo como pequeño e indefenso.
Pesaj es, también, la fiesta de las
preguntas: es obligatorio enseñar a los hijos a preguntar. Todos en
la mesa interrogamos “¿qué tiene de diferente esta noche de las
demás noches?”, “¿por qué comemos tales alimentos?”, y así
se desgranan, a lo largo de la cena, múltiples cuestiones que
articulan el relato y muestran que esta vez, cada vez y siempre, la
libertad es una conquista y Pesaj es una historia de permanente
actualidad. Pero preguntar es, ya, un acto de libertad.
Pero entonces, si libertad y pregunta
son centrales, Pesaj resulta la fiesta de la extranjería.
Porque implica salir a la intemperie, atravesar parajes desconocidos
sin la engañosa protección de lo que ahora se revela como una carga
y requiere ser puesto en entredicho. Demoler las pirámides. Salir de
uno mismo al encuentro con el otro. Despojarnos de las certezas y
atrevernos a cuestionar, a probar nuestras fuerzas y a confiar en
ellas. A elegir lo que vale como guía, dentro de una tradición
pródiga en relatos y motivos, aptos para servir de brújula a la
vida individual y colectiva. Es que libertad y tradición no se
oponen: no se trata de renegar de lo recibido sino de apropiarse de
ello y usarlo productivamente.
Extranjería, y no errancia sin rumbo:
de ahí que la festividad esté organizada como Seder, orden.
Pesaj nos enseña a abandonar la comodidad del sometimiento, la
ilusoria infancia y el dudoso beneficio de no tener que decidir por
cuenta propia: se trata de aprender a ser extranjero, porque es en
ese “afuera” donde cada elección determina el camino y funda un
territorio de posibilidad.
Por un Pesaj alegre y libre! PESAJ
CASHER VE SAMEAJ!!!
Diana Sperling
dianasperling@gmail.com
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Diana Sperling es filósofa, escritora, ensayista. Ha publicado los libros: Filosofía para armar. EMECE, Bs. As., 2014. Filosofía de
cámara. Ediciones Mármol Izquierdo, Bs. As / Madrid, 2008. Del deseo.
Tratado erótico-político, ensayo, Biblos, Bs. As 2001; Genealogía del
odio: sobre el judaísmo en Occidente, ensayo, 1ª edición: EMECE, Bs. As
1995. 2ª edición: Altamira, Bs. As., 2007; La metafísica del espejo:
Kant y el judaísmo, ensayo, Nueva Visión, Bs. As 1991; Señas
particulares, cuentos, Grupo Editor Latinoamericano, Bs. As 1983.
Numerosos artículos en medios de la Argentina y del exterior. Disertante
invitada en instituciones nacionales y extranjeras.
En su obra articula los textos clásicos de la filosofía con otros
saberes, produciendo un pensamiento de la intersección y una puesta en
cuestión de la gran tradición filosófica.
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